martes, 24 de enero de 2012

¿En que clase de país vivimos?

Hace tiempo mantenía una interesante conversación con uno de mis alumnos. Al final acabamos hablando sobre vacaciones y me dijo que había estado en Noruega. Los que me conocéis personalmente sabéis de mi fascinación por los países nórdicos, así es que presté todavía mas atención.

Me comentó que una de las cosas que más le había llamado la atención había sido que en medio de un bosque, casi en medio de la nada, había una cabaña y, por cierto bastante transitada; en dicha cabaña había una nevera con frutas y hortalizas, una hucha y una lista de precios. La finalidad era que cualquiera podía ir, servirse lo que deseara, consultar el precio y, finalmente, poner el importe en la hucha.

La cabaña era propiedad de un señor, que vivía bastante lejos de ahí y era propietario de un huerto, todo lo que había en la nevera provenía de ahí. El hombre pasaba una vez por semana para reponer la nevera y recoger las ganancias.

Casualmente cuando fue mi alumno el hombre estaba ahí. Este le dijo que jamás había tenido un incidente y que lo que recaudaba en la hucha era muy aproximado a lo que la gente se llevaba.

En eso que me dijo mi alumno: “si ese invento estuviera en España, no hubiera durado una semana, hubiésemos robado el contenido de la nevera, la nevera, la hucha, hubiésemos destrozado la cabaña y, lo que quedase, estaría lleno de graffitis.

Yo no pude más que darle la razón y asentir totalmente convencida.

Por poner otro ejemplo, cuando fui a Londres vi varios coches de la marca Ferrari y coches de alta gama aparcados en la calle, los coches estaban en un estado impecable. Pues bien, las veces que he visto por aquí un coche de la marca “hummer” alguno o algunos cuantos se habían dedicado a rayárselo a mala leche.

No se si será producto de lo envidiosos que somos, que somos bastante capullos o, simplemente, que nos gusta hacer daño gratuitamente y sin ningún motivo.

3 comentarios:

Nineve dijo...

Yo creo que vivimos en un país en el que nos gusta meternos con nosotros mismos más que en ningún otro. Ni somos tan "malos" ni en los demás países son tan "buenos".
Hace años que no paso por ninguno, pero recuerdo que en los refugios de montaña no vigilados siempre había leña y latas de conserva a disposición de los que llegarán allí, y en compensación antes de marcharte recogías leña y la dejabas preparada y si podías dejabas tú también algo de comida para otros visitantes. Y supongo que seguirá funcionando así.
Y recuerda que en una casa rural había cervezas, refrescos y picoteos varios a disposición de los clientes sin ningún tipo de control y se pagaban al final, y que todos lo pagábamos.
Y creo que más del 90% somos así, solo que los cuatro energúmenos lo fastidian todo y ya parece que todos tenemos que ser como ellos.

Perséfone dijo...

La verdad es que tu alumno tenia toda la razón del mundo. En este país eso del civismo no se estila demasiado que digamos, al menos en la actualidad.

Y encima nos quejamos de que apenas se ven iniciativas tan interesantes como la que nos cuentas (que, por cierto, me ha llamado muchísimo la atención).

Un abrazo.

Aprendiz dijo...

Los españoles es que a la más mínima... yo no comprendo por qué somos así la verdad. Este ejemplo tiene mucha pinta de egoísmo.