El pasado viernes, 27 de enero, se celebró el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. La fecha fue escogida porque tal día como el del viernes, pero en 1945, el Ejército Rojo Soviético procedió a la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitch, situado en la actual Polonia.
A mi, personalmente, me parece bien que este día se celebre y que se rememoren los hecho acontecidos para que no nos olvidemos nunca de ellos, aprendamos de nuestros errores y no volvamos a cometerlos.
No se me ocurre mejor forma de terminar el post con un poema muy conocido y que viene bastante a cuento y con el que, a veces, me siento bastante identificada. Se trata de un poema titulado: "Cuando los nazis vinieron por los comunistas", del autor Martin Niemóller:
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
cuando vinieron a buscarme,
no había nadie que pudiera protestar.